El jueves pasado visité el museo "Reina Sofía". Tal vez descubra algo nuevo, o tal vez, sólo tal vez, pueda mirarlo con "otros ojos" y eso fue lo que hice.
Cuántas veces hemos oído "No hay peor ciego que el que no quiere ver" y eso es lo que muchas veces nos sucede, no queremos ver las cosas que están ahí, frente a nosotros, unas veces por falta de tiempo y otras, ¿quién sabe? porque estamos en "nuestro universo particular".
El jueves yo pude ver, (como dice la Biblia "y se hizo la luz"). El recorrido por el museo fue muy especial, en cada rincón descubríamos "pequeños tesoros", que a los ojos de un "ciego" podían pasar inadvertidos, incluso se habló de los ¿fantasmas? que recorren las salas del museo al caer la noche,(hago referencia a un programa de Cuatro que hace un par de domingos trato este tema, lo que no quedó muy claro es si se trataba de fantasmas vivos o muertos, ja,ja,ja...).
Si tenéis la posibilidad de visitar este museo, fijaos cómo se enfrentan y miden sus fuerzas el genial Sabatini y el genial Nouvel, cómo la arquitectura del Siglo XVIII se enfrenta a la arquitectura del S.XXI, y como ambas pueden convivir en paz. Entrad por el edificio Nouvel, y admirad su "cúpula", la que une el pasado con el presente, y percibid la luz natural que entra a través de la misma.
Paraos un momento y observad esa escultura "rara" que preside la entrada, obra de Linchestein, en aluminio pintado con pistola, inspirado en los comics, y con un "brochazo" de expresionismo, es "diferente".
Entramos en el edificio y nos encontramos con los duendes de Schutter, puro expresionismo alemán, con ese color verde fruto del deterioro del bronce, son "inquietantes", "siniestros"...
Pasamos a los jardines y allí entre los arbustos descansa el "Pájaro lunar" de Miró, mientras "Carmen" de Kalder, baila al son del viento, moviendo su "falda" teñida de púrpura y amarillo, y "San Juan de la Cruz" de Chillida, medita entre dos cruces sin Cristos y un ábside que se abre hacia..., el infinito, puro misticismo.
Descubrí alguna otra escultura más, pero lo siento, no llegué a ver, no logré ver, no quise ver...
Y del Reina Sofía salí en busca de una respuesta ¿Habría abierto sus Puertas Cos?.
En apenas 20 minutos lo supe, ¡Si! ¡Por fin Cos en Madrid!, en la calle Claudio Coello.
¿Qué me encontré?:
Piezas "escultóricas", (el día iba de escultura), cortes muy estudiados, diferentes, colección minimalista, pocos colores, (negro, blanco, amarillo, naranja..., sólo alguna concesión a los estampados); tejidos naturales,(lino, algodón, seda). Vestidos: uno blanco con dos grandes bolsos 69€; en color naranja, cortito 69€; uno en color verde con un gran volante en el escote, 100% algodón que me encantó 69€; camisetas marineras 39€... Una colección para hombre en tonos negros, blancos, me encantaron las camisas de lino y las de algodón. Y una colección pequeña, pequeñísima para los peques de la casa: atención a las camisas con cuello mao para ellos (25€), y unos jerseys de rayas en tonos gris y azúl marino (29€) y para ellas unos vestiditos con fondo blanco y topos en gris, con un escote en la espalda originalísimo (29€), todo de algodón 100%.
Dos advertencias: Las tallas: ¡son enooormes!, una 38 ó una S deben equivaler a una 40-42. La razón: "Los suecos son muy grandes y ésta es una marca sueca". Fue la razón que me dió una de sus dependientas. Y la otra advertencia, no penséis que aquí encontraréis el universo H&M, pero con mejor calidad; hay mejor calidad, sin duda alguna, pero los diseños son "muy, muy, muy especiales". (Lo siento, no he podido hacer fotos, no lo permiten, así que he puesto las fotos del museo, espero que os guste).
Barcelona, Valencia, Bilbao, Madrid, ¿Cúal será la próxima parada de esta marca tan especial?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario