viernes, 11 de marzo de 2011

Tristezas y alegrías de un 11-M

Hola a todos:
Hoy es un dia muy especial para mí, y para muchos de nosotros. Mi corazón está partido en dos, tengo sentimientos encontrados, la alegría y la tristeza tratan de apoderarse de mí. Hoy hace ya siete años nuestros corazones temblaron ante los atentados de Madrid, las imágenes de la gente deambulando sin rumbo, sus caras ensangrentadas, los móviles tirados sobre la acera sonando sin parar, en busca de ese "¿Diga?", nunca una palabra tuvo tanta fuerza, tanta importancia, hasta ese momento, nadie imaginó que una palabra una sola palabra tan usual, ¿diga? podría cambiar nuestras vidas.
Muchos fueron los que oyeron ese milagroso, ese maravilloso, ese increible, ese ¿diga?, "sí, estoy bien", "no me pasa nada"," estoy vivo", "no puedo hablar"... Pero hubo muchos que desgraciadamente no obtuvieron respuesta. Creo que todos sufrimos, lloramos, sentimos como nuestros a todos los muertos porque al fin y al cabo son nuestros muertos, nuestros hermanos. También nos acordamos de todos los que sobrevivieron a los atentados, afortunados ellos, aunque no debemos de olvidarnos que a muchos de ellos les han quedado secuelas tanto físicas como psicológicas, creo que deben saber que hay mucha gente que aún se acuerda de ellos, y que se acordará toda la vida. Ese día para muchos de nosotros cambió nuestra vida.
Pero el 11 de Marzo parece que no es una buena fecha, he desayunado viendo estupefacta las imágenes del terremoto y posterior tsunami que afecta a Japón, Filipinas... al Pacífico, las cifras de muertos, heridos y desaparecidos son confusas, espero, deseo, que no sean catastróficas.
Pues bien, os he dicho que mi corazón está partido porque también siente alegría ¿ por qué? Porque para mí el 11 de marzo de hace 11 años cambió mi vida. Ese dia a las 19,30 horas y ante Dios le dí el "si quiero" a mi marido, puedo confesaros que desde los atentados no he podido disfrutar de éste día, mis sentimientos me lo impiden, sigo teniendo en la retina las imágenes de hace siete años, y sigo sintiendo esa angustia que sentí entonces. Pero también siento ese maremagnum de sentimientos que recorrían mi cuerpo y mi cabeza cuando avanzaba del brazo de mi padre, por el pasillo que me conducia al altar, dónde "él" me estaba esperando.
Y aquí sigue esperándome cada mañana, cada tarde, cada noche, téndiendome su mano igual que aquél dia ante el altar, diciéndome "ven hacía mí, aquí estoy, para lo bueno, y para lo malo". Y yo solo puedo decir que tras estos once años volvería a coger su mano con fuerza, con mucha fuerza, y a decir "sí, quiero" sin dudar, con todo lo bueno y lo malo que he vivido junto a él, sin cambiar nada (¿nada?), de nuestra historia de amor.
Hoy solo puedo decirle que "De tu mano iré de aquí a la eternidad".

Perdonadme que hoy dedique mi blog a las víctimas del 11-M y a mi marido, es lo que me dictaba el corazón, pero os prometo que este fin de semana escribiré un artículo muy interesante acerca de una tienda maravillosa que he redescubierto, ya la conocía, donde se respiran aires parisinos, italianos, daneses... Promete ¿Verdad?.

1 comentario:

  1. Que bonito el artículo que has escrito. Me ha emocionado mucho, tanto por cómo describes los sentimientos que tenemos todos tras el atentado, como por cómo describes el día de tu boda y la relación con tu marido. VIVA EL ROMANTICISMO.

    ResponderEliminar