Dulce poesía

Hola a todos:
Esta noche es muy "dulce", las vacaciones de Semana Santa ya están aquí, y cada uno la vivirá "a su manera", tal y como cantaba Frank Sinatra, yo lo haré "a mi manera". Y como esta noche es "dulce" y especial, hoy hablaré de algo dulce y especial.
Hace unos dias desayunando en uno de mis rincones secretos, ojeaba una revista de esa manera en que lo hacemos muchas veces, sin apenas ver ni leer, porque estás pensando en otras cosas, y de repente leí un frase que me conmovió, "la noche se astilló de estrellas". Preciosa, ¿verdad?.
Comencé a leer:

"En la mano crispada de un muerto,
en la memoria de un loco,
en la tristeza de un niño,
en la mano que busca el valor, en el vaso inalcanzable,
en la sed de siempre".

Qué poemas tan desgarradores.

"Señor
la jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor, la jaula se ha vuelto pájaro,
qué haré con el miedo."

Me impactaron estos versos, así que seguí leyendo.
Su autora es Alejandra Pizarnik, judeo-argentina, fallecida a los 36, y a la que la Casa Sefarad con la colaboración del Centro de Arte Moderno le dedica una exposición "Alejandra Pizarnik no cumple 75 años", con unas jornadas en el Palacio de Cañete los dias 26, 27 y 28 situado en la Calle Mayor nº69, y en la que el dia 27, a las 19.30, totalmente gratuito y coincidiendo con la noche de las libros, hará una ponencia sobre esta autora la profesora Sandra Buenaventura, de la Universidad de la Sorbona de París. Creo que tal vez me acercaré para descubrir a esta poetisa, tal vez este sea otro pequeño descubrimiento.
Mientras leía estos desgarradores versos endulzaba mi vida con un maravilloso croisante de uno de mis lugares preferidos, sus dulces son espectaculares, y sus empanadas argentinas son de 10, y tienen unas palmeras de chocolate blanco que te hacen olvidar, aunque sea por un momento, todas tus penas. El lugar: Il Bosco. La dirección: Calle Raimundo Fernandez Villaverde nº 26 de Madrid. Atención también a sus plumcake genuinamente neoyorquinos.

¿Qué más se puede pedir?; buena lectura y buena compañía (mi Croissante, mi maravilloso, mi dulce, mi pequeño croissante).
Me despido de todos vosotros hasta dentro de unos días, pues me voy de vacaciones.
Espero que no me olvidéis y que a la vuelta nos volvamos a encontrar.
Sed felices.